Un guardia civil ha sido condenado por la Audiencia de Navarra a seis meses de prisión y 900 euros de multa por un delito de apropiación indebida, al haberse quedado con los cupones de la ONCE premiados de dos compañeros.
En la sentencia, que es recurrible, la Sección Tercera de la Audiencia le ha aplicado la atenuante muy cualificada de reparación del daño ya que acordó transferir el premio de los cupones, 35.000 euros cada uno, a los denunciantes.
Los hechos considerados probados tuvieron lugar el 25 de junio de 2010 cuando el acusado, Virginio C.P., de 60 años, natural de Ávila y domicilio en Sarriguren, se encontraba en un bar de Pamplona junto con dos compañeros y llegó un vendedor de cupones de la ONCE, a quienes compró tres boletos para el sorteo el "Cuponazo de los viernes".
A continuación, según la sentencia, regaló uno a cada uno de los otros dos agentes y él se quedó con el tercero, aunque posteriormente, al proponer que si tocaba la serie lo repartirían entre los tres, ambos le entregaron su cupón para que los guardase, advirtiéndole que les avisase si resultaban premiados.
Cuando al día siguiente se constató que cada uno de los boletos del cupón de la ONCE había sido premiado con 35.000 euros, se negó a entregárselos a sus compañeros "afirmando que a quien le había tocado era a él".
Para el tribunal los hechos son constitutivos de un delito de apropiación indebida, del que considera responsable al acusado, aunque le ha aplicado la atenuante muy cualificada de reparación de daño, ya que posteriormente se mostró de acuerdo en que se les abonase el importe ganado.
Al dictar sentencia, se ha tenido en cuenta, entre otras razones, la declaración tanto del vendedor como de los acusados, señalando además que "no tiene excesivo sentido y coherencia interna" que, como alegó el acusado, los denunciantes no quisieran adquirir los cupones y si estuvieran de acuerdo, como él mismo reconoció, en repartirse el premio. Fuente
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